Ir al contenido principal

Solo contigo. Felicidades princesa.

Solo contigo

         Hace nueve años la vida me dio una gran lección. Me demostró que no todo está escrito y que, aún en las condiciones más adversas, el ser humano es capaz de remontar y superarse. Aprendí de golpe que mi límite llegaba mucho más lejos de lo que pensaba, que podía estar meses dando de mamar, cada hora y media, a una niña que me necesitaba tanto como yo la necesitaba a ella

Y es que si ser madre de una niña es complicado, ser madre de otra tan solo veinticinco meses después ya ni os cuento. 

Mi vida en cuestión de tres años no cambió ciento sesenta grados, más bien cambió del cielo a la tierra y más allá.
Pasé de estar viviendo mi vida de recién casada a tener dos mocosas que dependían de mí para todo, y cuando digo todo, es todo. 

Ahora lo recuerdo con una sonrisa, pero cambiar pañales a pares después de estar noches sin dormir, apenas tres horas y con la teta fuera todo el día, es el argumento perfecto para una novela de terror como poco.




Pues a lo que iba, hoy hace nueve años que te mudaste a mi corazón. Hace nueve años que naciste y todo cambió. Llenaste cada rincón de nuestras vidas, tanto para tu hermana, para papá o para mí. Ya nada fue igual. 

 Me hiciste luchar a tu lado para salir adelante y hoy verte convertida en una niña llena de vida, me hace sentir orgullosa y satisfecha. Porque eres un ser especial que con su amor y cariño ha conseguido que dé por buena las peores de mis penas.

Porque solo tú has logrado que cada día sea distinto, solo tú sabes poner una sonrisa diaria en mi cara y hacerme sentir la mujer más importante del mundo mundial cuando me abrazas fuerte, me besas y me dices que me quieres. 

Contigo he descubierto un nuevo mundo especial en el que tú has decidido que forme parte y del que espero no me tires jamás. 

Es muy bonito ser tu mamá, porque tú haces que así sea. Y aunque en ocasiones logres llevarme al límite absoluto, no cambio ninguno de nuestros momentos por nada. Vivir contigo es vivir en un mundo que, al igual que en una película, has llenado de risas, canciones, besos redondos y momentos únicos. 

Y es que cada mañana cuando tú me miras, yo siento que estoy viva que sin ti no soy nada, como dice la canción.

Por eso hoy un día tan especial, que llevas un año esperando, te quiero desear toda la felicidad del mundo y te quiero dar las gracias. Gracias por cómo eres, gracias por cómo me haces sentir y gracias por llenar mi vida de una manera tan especial. 

Gracias Julia por elegirme para ser tu cómplice, tu mamá.



Gracias por visitar la buhardilla y dejarme compartir contigo un momento tan especial de mi vida.