Y nos toca comulgar.

1º comunión. 

A unos  escasos 30 y pocos días de que llegue el mes de mayo con sus comuniones y sus flores, muchas mariposas estaréis como yo en estos momentos. ¡Atacadas!

Por ello esta entrada la dedico a las comuniones y su declive  con el paso del tiempo.

En el siglo en el que vivimos nada tienen que ver las comuniones con las del siglo pasado, a las que una servidora pertenece.

Yo recuerdo que ni posé para un fotógrafo, bueno en la iglesia, no voy a mentir. Que los regalos de mi comunión cabían en la mesa del comedor de mis padres, aun los recuerdo allí expuestos y que todo era de lo más sencillo y de los más normal.

minibodas

Eso, ilusa de mí, pensé yo que sería la comunión de mi hija, y sin embargo aquí ando tirándome de los pelos a menos de 40 días y con todo lo que queda por preparar.

¡Pero estamos locos o qué nos pasa! Ahora no se preparan comuniones se preparan mini bodas.

Ando alucinada.Con lo primero que me lleve las manos a la cabeza fue del precio de los trajes de comunión ¡cuestan un riñón! Y eso sin irte a grandes firmas ni leches en vinagre, lo normalito de lo normalito,

Vamos que en mi opinión es un robo para las pocas horas que será amortizado. Cierto es que siempre está la opción de que te lo presten, de alquilar uno o comprarlo  de segunda mano. Pero cómo ya habréis adivinado no es mi caso.

Sigues avanzando y  te metes en el rollo de las invitaciones, un momento que me hace recordar a mi boda, ese tira y afloja de invitamos a Pepito y se molestara Juanito, es imprescindible invitar a Bartolo y vamos esos rollos familiares en los que sin querer te ves engullida.

Regalos para invitados

Un nuevo capítulo  los regalos para los invitados, mi madre, menudo quebradero de cabeza, para conseguir decidir que das si el Mikado con aroma a naranja o el pañuelo con corazones bordados. Y en medio de ese debatir tu mente te presiona recordándote que posiblemente lo que des no pasara del cajón del recibidor de cada casa en cuestión, bueno de la de mi madre sí, ella tiene una vitrina que es testigo mudo de todos los eventos familiares en los que la familia hizo acto de presencia. En ella conviven los recuerdos de mi bautizo con los de mi comunión, al lado de los de mi boda y ya haciendo un hueco a los de la comunión de mi hija.

 Nuevo capítulo “El reportaje fotográfico” (que por si lo estáis pensando, el fotógrafo no es Alex, si así fuera dejaría a mi hija con su abuela). 

Hay alucine pepinillos, el fotógrafo me saco más de 10 álbumes diferentes para elegir, cuando ya mi mente era un ir y venir entre álbum digital, o mixto, tamaño 20*25 30*35 y no sé cuantos más llega el momento en el que te dan la opción de  salir del estudio para las fotos de exterior.

¡Definitivamente nos estamos volviendo chiflados!

Os confieso que  a estas alturas estoy arrepentida de haberme enrolado en este disparate, donde lo que menos cuenta es el acto que van a realizar.

Y es que los niños no comulgan para recibir el cuerpo de Cristo, seamos sinceros, lo hacen para tener un día de fiesta en los que ellos son los exclusivos protagonistas. Ni más ni menos.

Si pensáis que aquí acaba todo, no, no es así.

Llega el momento de la decisión crucial, lista de comunión Si o No.

Inocente de mí pensé que la lista de comunión sería la mejor opción. Pues estoy exhausta, horas y horas en el dichoso gran almacén, cuyo nombre emito a no ser que me pague por publicidad.  Eligiendo cada regalo, tengo la casa que parece un almacén.

¡Por favor, que alguien me salve de todo esto!

Y todavía me falta por preparar  la dichosa mesa de chuches, ¡menudo invento! ya no les vale con un cono lleno de chucherías, ahora tiene que ser una mesa para que así la niña y sus amigos se den el banquete padre. Menos mal que tras ese atracón de azúcar tienen la ludoteca esperando para poder quemar toda esa energía.

Momento en el que por fin me quitare los zapatos para tomar un tequila relajada, pues todo habrá terminado y pondré puntos suspensivos. Dentro de dos años me tocara repetir con la pequeña.

Y tu mamámariposa ¿Estas este año inmersa en la comunión de tu retoño o por el contrario fuiste de las qué dijeron no a tiempo?

                                                 

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Mis mariposas, una vez más, gracias por visitar la buhardilla, no os olvidéis de comentar sabéis que el blog y yo nos alimentamos de vuestras opiniones.